Los evangélicos que fueron expulsados de Santa María Yohueche por profesar una religión diferente a la católica, cumplieron tres semanas fuera de sus hogares y continúan privados de sus pertenencias.
Aún cuando ya no están en la población, persisten las afectaciones en contra de su persona y sus bienes.
Recientemente el pastor evangélico Donaciano Díaz Ruiz, fue notificado de una deuda generada por el uso del teléfono celular que le fue robado por los pobladores que lo expulsaron.
La cuenta que tiene que pagar asciende a los más de mil pesos ya que de manera indiscriminada realizaron llamadas hacia diversos teléfonos locales, entre ellos el de Rosalva Pastor, persona que encabezó la expulsión de los evangélicos.
Hasta el momento, la Secretaría General de Gobierno (Segego), no ha logrado mediar para que las personas desplazadas puedan regresar a su comunidad y recuperar sus bienes inmuebles y animales de ganado.
El conflicto religioso por el cual resultaron expulsados, inició en 27 de noviembre del año pasado cuando fueron multados y encarcelados, acusados de intentar construir un templo de oración sin el permiso de la autoridad municipal.
El hostigamiento continuó el 3 de diciembre cuando nuevamente fueron aprehendidos por haber interpuesto una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y la Comisión Estatal para la Defensa de los Derechos Humanos de Oaxaca (CEDDHO).
La denuncia y la queja fueron interpuestas en contra de Reynaldo Chávez y Rosalba Pastor, por los delitos de abuso de autoridad, robo y despojo.
Junto con Donaciano Díaz, siguen exiliados Angélica Díaz, y sus hermanos en la fe Jaime Lorenzo Luna y Juliana de la Cruz.
De acuerdo con los evangélicos, el plazo fijado por la Segego para lograr destrabar el conflicto en Santa María Yohueche es el próximo lunes 14, según lo acordado con Francisco Zavaleta Rojas, director de Asuntos Religiosos de la Segego.
Periódico Noticias, Citlalli López
Aún cuando ya no están en la población, persisten las afectaciones en contra de su persona y sus bienes.
Recientemente el pastor evangélico Donaciano Díaz Ruiz, fue notificado de una deuda generada por el uso del teléfono celular que le fue robado por los pobladores que lo expulsaron.
La cuenta que tiene que pagar asciende a los más de mil pesos ya que de manera indiscriminada realizaron llamadas hacia diversos teléfonos locales, entre ellos el de Rosalva Pastor, persona que encabezó la expulsión de los evangélicos.
Hasta el momento, la Secretaría General de Gobierno (Segego), no ha logrado mediar para que las personas desplazadas puedan regresar a su comunidad y recuperar sus bienes inmuebles y animales de ganado.
El conflicto religioso por el cual resultaron expulsados, inició en 27 de noviembre del año pasado cuando fueron multados y encarcelados, acusados de intentar construir un templo de oración sin el permiso de la autoridad municipal.
El hostigamiento continuó el 3 de diciembre cuando nuevamente fueron aprehendidos por haber interpuesto una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y la Comisión Estatal para la Defensa de los Derechos Humanos de Oaxaca (CEDDHO).
La denuncia y la queja fueron interpuestas en contra de Reynaldo Chávez y Rosalba Pastor, por los delitos de abuso de autoridad, robo y despojo.
Junto con Donaciano Díaz, siguen exiliados Angélica Díaz, y sus hermanos en la fe Jaime Lorenzo Luna y Juliana de la Cruz.
De acuerdo con los evangélicos, el plazo fijado por la Segego para lograr destrabar el conflicto en Santa María Yohueche es el próximo lunes 14, según lo acordado con Francisco Zavaleta Rojas, director de Asuntos Religiosos de la Segego.
Periódico Noticias, Citlalli López
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