El presidente de la Cofraternidad de Pastores Cristianos y Evangélicos de Oaxaca, Arturo Morales Márquez, solicitó la intervención del Arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello y del coordinador de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Oaxaca, Wilfrido Mayrén Peláez, el "Padre Uvi", para la conciliación en el conflicto por intolerancia religiosa en Santa María Yohueche.
Y es que a ocho días de la expulsión de cuatro integrantes de la iglesia evangélica de aquella agencia municipal perteneciente a Yatzachi el Bajo, la iglesia católica se mantiene al margen.
Morales Márquez cuestionó entonces, la intervención de los sacerdotes en asuntos políticos como las mesas de intermediación para la pacificación en la zona triqui, contra la falta de atención en un asunto meramente religioso, como es la intolerancia en contra de cultos diferentes al católico.
"El problema es que nadie quiere asumir una responsabilidad directa de lo que sucede ahí y no solo a nivel gubernamental sino religioso, porque estos personajes se deslindan cuando hay un grave asunto de intolerancia en contra de los evangélicos de diferentes comunidades", dijo.
En general, sostuvo, la intolerancia religiosa que se vive en la entidad, es un foco rojo, que nadie está viendo. "Y yo me pregunto, qué necesita pasar para que el gobierno y los diferentes actores reaccionen ante este tipo de problemas".
La intolerancia religiosa, añadió, persiste y crece porque se le ha restado importancia. De continuar en esta ruta, se tendrán que esperar consecuencias lamentables, vaticinó el pastor evangélico.
"Es un área que nos compete a todos. Hay veces que nos metemos más en política y hablamos de lo que hace o deja de hacer el gobierno, que de lo que nos toca a nosotros", declaró.
El líder de la COPACEO, sugirió como primer paso para resolver el conflicto en Yohueche y otros que están latentes, la integración de una mesa de de diálogo entre representantes de la iglesia católica, evangélica y del gobierno del estado.
Lo anterior, siempre teniendo presente que se debe garantizar el derecho constitucional de la libertad de culto.
Confió en que la iglesia católica contribuirá a superar y hasta resolver de fondo muchos conflictos vigentes y latentes en la entidad, aunque consideró que los sacerdotes no quieren entrarle a esta discusión por temor al crecimiento de otras religiones.
Es necesario, manifestó, instruir a los feligreses tanto católicos como evangélicos a respetar la libertad de acción para que cada quien pueda compartir su fe sin temor a agresiones, marginación o expulsión.
"Se tiene que entablar una mesa de interlocución, y sería bueno escuchar de Chávez Botello el llamado a sentarnos y encontrar la mejor solución a este problema, en vez de meterse en la crítica a los políticos".
ARTURO MORALES MÁRQUEZ, PRESIDENTE DE LA COPACEO
por CITLALLI LÓPEZ
Y es que a ocho días de la expulsión de cuatro integrantes de la iglesia evangélica de aquella agencia municipal perteneciente a Yatzachi el Bajo, la iglesia católica se mantiene al margen.
Morales Márquez cuestionó entonces, la intervención de los sacerdotes en asuntos políticos como las mesas de intermediación para la pacificación en la zona triqui, contra la falta de atención en un asunto meramente religioso, como es la intolerancia en contra de cultos diferentes al católico.
"El problema es que nadie quiere asumir una responsabilidad directa de lo que sucede ahí y no solo a nivel gubernamental sino religioso, porque estos personajes se deslindan cuando hay un grave asunto de intolerancia en contra de los evangélicos de diferentes comunidades", dijo.
En general, sostuvo, la intolerancia religiosa que se vive en la entidad, es un foco rojo, que nadie está viendo. "Y yo me pregunto, qué necesita pasar para que el gobierno y los diferentes actores reaccionen ante este tipo de problemas".
La intolerancia religiosa, añadió, persiste y crece porque se le ha restado importancia. De continuar en esta ruta, se tendrán que esperar consecuencias lamentables, vaticinó el pastor evangélico.
"Es un área que nos compete a todos. Hay veces que nos metemos más en política y hablamos de lo que hace o deja de hacer el gobierno, que de lo que nos toca a nosotros", declaró.
El líder de la COPACEO, sugirió como primer paso para resolver el conflicto en Yohueche y otros que están latentes, la integración de una mesa de de diálogo entre representantes de la iglesia católica, evangélica y del gobierno del estado.
Lo anterior, siempre teniendo presente que se debe garantizar el derecho constitucional de la libertad de culto.
Confió en que la iglesia católica contribuirá a superar y hasta resolver de fondo muchos conflictos vigentes y latentes en la entidad, aunque consideró que los sacerdotes no quieren entrarle a esta discusión por temor al crecimiento de otras religiones.
Es necesario, manifestó, instruir a los feligreses tanto católicos como evangélicos a respetar la libertad de acción para que cada quien pueda compartir su fe sin temor a agresiones, marginación o expulsión.
"Se tiene que entablar una mesa de interlocución, y sería bueno escuchar de Chávez Botello el llamado a sentarnos y encontrar la mejor solución a este problema, en vez de meterse en la crítica a los políticos".
ARTURO MORALES MÁRQUEZ, PRESIDENTE DE LA COPACEO
por CITLALLI LÓPEZ
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